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Por el dulce camino de los trenes de vapor.

Esta vía verde que discurre junto al río del mismo nombre en la comunidad de Madrid por un agradable paisaje de vegas, es muy fácil de seguir, ya que toda ella cuenta con un firme de asfalto de inconfundible color rojo. Esta crucial pista que acercará pueblos de ricas tradiciones, nos servirá de referencia para no perdernos en toda la ruta.

La ruta

Hasta ahora, en el Km 0 de esta rutA se situaba en las cercanías de la localidad madrileña de Morata de Tajuña. En este lugar la comunidad de Madrid puso el punto de inicio del tramo ferroviario recuperado como Vía Verde. Sin embargo, desde la primavera de 2007 se puede disfrutar ya de la vía verde del Tajuña desde Arganda del Rey, localidad conectada con la capital gracias a la línea 9 de metro. De este modo -además de la ampliación de la ruta en 14 nuevos kilómetros-, la gran novedad es quye se ha mejorado enormemente la accesibilidad de los excursionistas a la vía verde, ya que pueden llegar hasta ella en metro (incluso con bicicletas) en días festivos y fines de semana. Estas obras de ampliación han sido realizadas por la comunidad de Madrid.

El punto de partida (Km 0) de la Vía Verde se encuentra ahora en el paso a nivel que utilizaba el ferrocarril cementero de Arganda para atravesar la antigua carretera NIII actual avenida del ejercito. La estación de Metro de Arganda del Rey se ubica a escasos 200m de distancia del punto de inicio de la ruta, siguiendo – como no podía ser menos- el paseo de la estación.

En su primer kilómetro de recorrido, la vía verde hace de frontera entre la zona industrial de Arganda y unas laderas donde antaño hubo olivares. Un poco mas adelante veremos a la izquierda de la traza el nuevo Hospital Regional del Suureste, inaugurado a la par que la vía verde. Finalizada una larga recta, la ruta cruza bajo la autovía A6, comenzando desde esta punto (Km 5) un tramo de moderado ascenso que finaliza una vez que la vía alcanza la meseta conocida como El Alto. Para salvar la presencia de la cementera Portland Valderribas, así como las canteras adyacentes (km 10), la vía verde traza una agradecida variante que bordea dichas instalaciones y que conecta de nuevo con la traza ferroviaria original junto al cruce de las carreteras M032 y M312. Dejando atrás la meseta de el Alto con sus canteras de yeso, descenderemos trazando una amplia curva. un poco mas adelante se puede ver la antigüa estación de mercancías cuyo edificio aun se haya en pie al otro lado de la cantera. La terraza donde se asienta es una de las mejores balconadas sobre el valle del Tajuña, lugar que nos acerca ya al aparcamiento que servía hasta hace bien poco de punto de inicio de la ruta, justo a las puertas de la localidad de Morata de Tajuña.
Pero si decidimos comenzar el recorrido de Vía Verde en Morata de Tajuña, habrá que saber que el arranque de la ruta se localiza en las afueras del pueblo. Si llegamos a Morata viniendo por la carretetera M308 (desde Madrid) a unos 300m antes de llegar al pueblo veremos una señal de vías verdes que nos dirige, hacia la izquierda, a un aparcamiento donde podemos dejar el vehículo e iniciar nuestra excursión. También se accede al la ruta desde el propio casco urbano de Morata. Desde allí, tomando como referencia el cuartel de la guardia civil, deberíamos retroceder unos 700m hacia el oeste (izquierda) para alcanzar la Vía Verde.

Morata

Tras esta breve revuelta por la zona de Cornicabra y Arganda retomamos nuestra posición sobre la vía Verde, en el aparcamiento. Desde Morata (Km 14) se abre ante nosotros una Vía Verde con un singular firme de color rojo, detalle quye haría casi inncecesaria la descripción de la ruta, ya que sobre el terreno es del todo imposible perderse, salvo quizás en las travesías urbanas.

Toda la ruta está señalizada y está dotada de cerramientos (traviesas ferroviarias hincadas) que reservan gran parte del trazado exclusivamente para ciclistas y caminantes. Lamentablemente, a lo largo de 11 Km ( a partir de Perales de Tajuña) la ruta discrre sobre caminos rurales, en los cuales hemos de convivir con un tráfico motorizado muy reducido. Esta circustancia queda en parte compensada por el hecho de poder disfrutar desde Tielmes hasta Ambiente de un interesante recurso interpretativo: la Senda Ecológica de la Vía Verde del Tajuña. La consejería de medio ambiente de la comunidad de Madrid ha instalado paneles con la información de índole botánica, faunística y de los paisajes y usos del territorio.
Conocidas esta novedades, nos ponemos en camino. La vía se aproxima al casco urbano, accediendo por un poolígono industrial al que la Vía Verde bordea. Toda la travesía urbana de Morata se realiza sigiendo las calles que ocuparon lo que en tiempos fuer solar ferroviario. Es un treamo en el que, obviamente, compartiremos calzada con el resto de peatones y vehículos que habitualmente transitan por la localidad, por lo cual deberemos guardar las pertinentes precauciones.

En las calles alguna señalización de la vía Verde de la Vía Verde, instalada en puntos algo complejos, ayuda a no perder la directriz. Tras una primera señal bien ubicada, el siguiete cruce nos puede hacer dudar: hay que seguir hacia la derecha y cuesta abajoy, en adelante, todo recto hasta slir del pueblo. Así pues, es fácil dejarse llevar por la lógica del traxzado del ferrocarril, que atravesaba de lado a lado la localidad sin entretenerse en especialidades revueltas.

Los badenes

Dejamos atrás las casas de Morata y nuestra traza se dispone próxima a la carretea M308 que, junto a la M 204, serán compañeras de viaje, a mas o menos distacia, entodas nuestra ruta. Este tramo, de unos 7 Km, encierra alguna que otra sorpresa Así hay que citar algunos badenes que rompen la horizontalidad de la traza del ferrocarril. Éstos obedecen a que la obra de adecuación como vía verde no restituyó totaslmente la antigua rasante del ferrocarril, afectada por algunas agresiones de la vecina carretera o por la desaparición de algún que otro terraplen.

La segunda sorpresa de este tramo es la llegada a una estación de transbordo. Se trata de la estación de Tajuña, situada en el Km 20 de nuestra ruta.
Ciertamente, en la actualidad no queda resto alguno de aquella estación donde se realizaba el enlace con los trenes que remontaban el ramal hacia Chinchón y Colmenar de Oreja. Pero si de la estación no resta nada, si que sobrevive parte del trazado de aquel ferrocarril, eñl cual se brida para una pequeña excursión cuya descripción demoramos para un poco mas tarde.
Tras cruzar unas llamativas trincheras (absolutamente verticales y con muy bonitos afloramientos de yesos) y atravesar nuevos badenes y rampas, llegaremos a las primeras casas de perales a la altura del Km 23 de la ruta, localidad que la antigua traza ferroviaria atraviesa de lado a lado. En esta travesía urbana deberemos afrontar un cruce a nivel con la concurrida carretetra M 308, intersección en la que deberemos estar especialmente atentos a los coches. Al otro lado del cruce encontramos el colegio público, levantado sobre el solar deonde antaño paraban los trenes del Tajuña.

La Variante de Perales

Y en perales nuestra ruta presenta dos opciones de continuidad: La primera sigue una variante pegada al río, un tanto alejada del trazado original del ferrocarril. La segunda alternativa intenta seguir con mas respeto el trazado del ferrocarril.

Describiremos en primer lugar la opción ferroviaria. Está contínua por el casco urbano de Perales, siguiendo la M308 hacia el centro del pueblo, hasta llegar al cruce con la antigua carretera NIII ( cuando esta atravesaba el pueblo). A unos 50 m a la izquierda se halla el centro del pueblo, punto ideal para hacer una `pequeña parada de descanso. De nuevo en el cruce, girando a la derecha (con cuidado), unos 100 m mas adelante una calle en rampa, en diagonal hacia la izquierda, nos hace reicuperar el trazado ferroviario, embocando un paso inferir bajo un segundo trazado de la NIII, también hay rebajado de categoría, que nos lleva junto al recibnto del cementerio municipal.

Dejado atrás el camposanto, nuestro ferrocarril dibuja una suave curva hacia la iazquierda, alcanzando a ver el largo viaducto del tercer (¿y definitivo?) trazado de la A3, en su eterna carrera de fuga de Perales. Atravesaremos bajo las altas pilas del viaducto de la carreteray y sobre la Vía Verde, nos situamos al piede los espectaculares cantiles de yeso que definen los laterales del valle del Tajuña, especialmente escarpados en el tramo que va de Perales a Tielmes. Estas quebradas agogen hoy unos curiosos restos troglpoditas.
Lamentablemete, problemas administrativos y jurídicoshan derivado en que la traza del ferrocarril, en un tramo que incluso se llegó a rehabilitar como Vía Verde, haya sido cortada. Grandes montones de tierra y un vallado dejan en nuestra Vía Verde sin continuidad, siendo necesario así volver a Perales. En cualquier caso, justo bhajo las pilas del viaducto es posible alcanzar el trazado de la variante de Perales, cuya descripción se relata a continuación.

La variante de Perales arranca en el punto donde la Vía Verde, a la entrada del pueblo, cruza la M 506. Junto a una industria papelera, una pequeña pista asfaltada cruza el Tajuña y se orienta deirectamente hacia la orilla contraria.

En esta zona se sigue por la pista (atención: ¡está abierta al libre tráfico!) que se ajusta al piedemonte del valle. Esta pista nos enfila hacia el antiguo trazado de la NIII. Legando junto a éste, nos dirigiremos hacia la izquierda, flanqueando la carretera para llegar a la altura del viaducto de la moderna A3. Precisamente este es el punto citado más arriba, por donde discurre la opción de Vía Verde abortada, y en donde podremos enlazar ambas alternativas de recorrido de Perales.

De nuevo en la variante de la vega, cruzaremos bajo las pilas del viaducto y desandaremos camino en paralelo a la autovía (¡ojo! este es el acceso a la M204 y está muy concurrido) durante unos 300 m, hasta alcanzar una pista rural que discurre por la orilla izquierda del Tajuña.

Ya al otro lado de la A3, la Vía Verde, sobre pistas rurales, discurre unos 3 Km por un bello paisaje de vegas hasta alcanzar, en el km 28 de la ruta, el cruce con la carretera de Tielmes a Villarejo de Salvanés.

La vega de Tielmes y Carabaña

Desde este punto, es casco urbano de Tielmes nos queda a unos 300m, al otro lado del Tajuña. Por aquella misma orilla discurre el resto del trazado del ferrocarril, no acondicionado como Vía Verde dadas las sucesivas e irreversibles ocupacines por casas, fábricas y tierras de labor. En este tramo, desde Tielmes hasta Ambite, aún se conservan algunas estaciones, recuperas para nuevos usos, testimonios de un pasado romántico. Ejemplo de ello es la estación de Chavarri donde antaño se cargaban los vagones de miles de botellas de la salutífera «agua de Carabaña».

Por estas razones, lamentablemente el resto de la Vía Verde, el resto de la Vía Verde se desarrolla lejos lejos de aquel trazado. No obstante, conviene aprovechar la ocasión, desde el punto, para ir observando los paneles de interpretación sobre flora, fauna, territorio y paisaje que salpican la Vía Verde bajo el nombre de Senda Ecológica de la Vía Verde del Tajuña, y que se prolonga hasta Ambite.

Desde el cruce citado, circularemos unos pocos metros por la carrtera, hacia la derecha, hasta llegar a una pista que, hacia la izquierda , nos permite proseguir la ruta por el valle, pasando junto a una pequeña ermita, orlada de sombras que la configuran como un excelente punto de descanso.

En todo este tramo se ha mantenido el mismo criterio de acondicionamiento de firme y señalización propio de la Vía Verde aunque, dada su primigenia naturaleza de camino rural, no se ha podido exclusivizar la ruta para caminantes y ciclstas. Por ello, hemos de tener una cierta precaución a la hora de recorrer estos 7 Km hasta Carabaña. También deberemos respetar el cruce con la solitaria carretera que une Chavarri con Villarejo (Km 33), único punto de posible peligro en nuestera singledura por el valle.

En el Km 35 llegamos al cruce con la carretetra DE carabaña a Brea de Tajo, en las inmediaciones de un puente sobre el Tajuña, junto al cual se levanta uno de los típicos molinos que jalonaban este tramo del Tajuña. En este lugar, situado a pocos metros de Carabaña, se nos ofrece una alternativa de visita a esta recoleta localidad del sureste madrileño, que también conserva su vieja estación de tren.

Pero la Vía Verde no entra a las calles de Carabaña, por lo que será preciso, desde el molino, tomar la carretera hacia la derecha hasta alcanzar el primer desvío que, hacia la izquierda, nos avanza en nuestra ruta por la Vega del Tajuña. Esta nueva pista rural nos depara una agradable sorpresa pues en el punto deonde se abandona el margen de la carretera para seguir por las suaves vegas del río Tajuña, nos encontramos a la derecha otra Vía Verde: la Vía Verde del Tren de los 40 Días. Este nuevo ramal de mas de 13 Km discurre en buena parte sonbre la explanación del Ferrocarril de los 40 Días hasta llegar a Estremera, localidad proxima al Tajo. Lo ondulado del terreno y los olivos, el paisaje de viñas y las encajadas trincheras ofrecen al visitante unos cuantos kilómetros mas de ruta.

Tras este inciso y retomando la Vía Verde del Tajuña, proseguiremos en paralelo a la explanación no recuperada del mencionado ferrocarril, el cual fue construido durante la Guerra Civil para fines militares y abandonado tras la contienda. Siguiendo las huellas de este ferrocarril alcanzaremos la vecindad del siguiente pueblo de este itinerario: Orusco de Tajuña (Km 39), lugar en el que podemos hacer una escala: aún se conserva la vieja estación de tren, convertida hoy en mesón.

En Orusco hubo, dirante la Guerra Civil, un interino nudo ferroviario con el tren de los 40 días. Desde aquí, esta vía remontaba el páramo para llegar, tras un largoperiplo, a Torrejón de Ardoz. También este trazado pretende ser recuperado como Vía Verde por la comunidad de Madrid.

Dejando por ahora los «futuribles», actualmente la Vía Verde prosigue río arriba, cruzando bajo la carretera Orusco-Brea. Tras pasar bajo el asfalto, al poco, encontramos de nuevo el trazado original del ferrocarril del Tajuña, que ya no dejaremos hasta el final de la ruta en Ambite. Este es uno de los tramos más agradables de la Vía Verde: pasaremos bajo equeños puentes, entre arboledas, restos de antiguas yeseras y en algun caso sobre tramos casi acantilados sobre el río. Las aguas del Tajuña, precipitadas desde lo alto de los diques de los molinos, ponen el agradable fondo sonoro en algunos pasos de este tramo.

Poco a poco nos vamos aproximando al término de la ruta: Ambite (Km 48). Un cerrado pinar que la vía atraviesa limpiamente nos enfila hacia la antigua estación, que alberga desde Agosto de 2006 una piscina municipal al aire libre. Se trata de un equipamiento que, como la Vía Verde está pensado para todos: cuenta con accesos para personas con movilidad reducida y dispone de un elevador que gacilita su inmersión en el agua.

Los vestuarios están pensados también para que los excursionistas y ciclistas puedan asearse. Y por si esto fuera poco aliciente, el antiguo edificio de viajeros acoge un bar-cafetería donde reponer fuerzas. Sin duda, un broche de lujo npara el recorrido de la Vía Verde de Tajuña.

Al término del bosque, una pequeña area recreativa con fuente, es un hermosos lugar para contemplar esta pequeña localidad, la última de la comunidad de Madrid antes de entraren la Vecina provincia de Guadalajara: La vía Verde termina aquí pero ya se está trabajando para prolongarla hasta las orillas del Tajo, en la comarca de Guadalajara.

Una excursión desde Perales

Al describir el tramo Morata.Perales, apuntábamos la presencia de un ramal del ferrocarril que subía hasta Colmenar. Un buen punto para iniciar el recorrido puede ser Perales de Tajuña. Utilizaremos para dejar Perales el mismo puente situado junto a la papelera donde arrancaba la variante de Perales. Pasado el puente, tomaremos el tramo asfaltado, muy bacheado que, hacia la derecha, desciende por la margen izquierda del valle. Este tramo enseguida se torna en una pista de tierra que clona las curvas del río y que, en unos 2 Km, nos sitúa a pocos metros del solar de la desaparecida estación de Tajuña (situaada al otro lado de la carretetra). Aquí aún se levanta el puente metálico del ferrocarril que usaba el ramal ferroviario para cruzar el Tajuña.

Hoy ya no son trenes los que cruzan sus oxidados hierros, sino camiones que suben vacíos y bajan cargados de una cantera situada a unos 3 Km mas arriba, en el vallejo de Morata. El acceso de estos camiones a la cantera se realiza por la propia traza ferrocviaria, lo que explica su inmejorable firme de tierra. La buena calidad del piso invita a los camiones a correr y, en consecuencia, deberán circular con la máxima prudencia los ciclistas. Es un tramo de gran atractivo, en el que destacan las verticales trincheras del ferrocarril.

La cantera Y sus instalaciones anejas se ubican en la misma traza del ferrocarril (con una excelente fuente de fresca agua), dificultando las posibilidades de continuar ruta. Al otro lado, la plataforma, en mucho peor estado y con nuevos cortes, prosigue valle arriba para alcanzar localidades emblemáticas de la comunidad de Madrid, Chinchón y Colmenar de Oreja, plenas de turistas los fines de semana.

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